Concha Tejerina

Valencia, 23 mar (EFE).- El uso de la hipnosis se ha mostrado eficaz como coadyuvante en tratamientos médicos y psicológicos como el cáncer, la ansiedad, el tabaquismo o la obesidad y su inclusión en la sanidad pública podría reducir los costes sanitarios y mejorar la calidad de vida del paciente.

Así lo ha asegurado Antonio Capafons, catedrático del Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos de la Universitat de València, quien en una entrevista con la Agencia EFE ha repasado las ventajas que puede aportar la utilización de esta disciplina, a la que cada vez acuden más personas.

No obstante, según Capafons, no está exenta del intrusismo profesional y de «hipnoterapeutas» que ostentan títulos de centros no reconocidos y cuya oferta se ha incrementado notablemente con la crisis, «ya que prometen dejar de fumar en dos sesiones o bajar de peso en muy poco tiempo» y a precios «cada vez menores».

El catedrático cuenta como anécdota que un colega suyo llegó a conseguir que a su gato, al que llamó Dr.Zoe D.Katze, le concedieran certificados de tres asociaciones de hipnoterapia y un doctorado «pagando por ellos y sin que le exigieran ninguna capacitación».

Capafons, vicepresidente de la Asociación para el Avance de la Hipnosis Experimental y Aplicada, es uno de los creadores del denominado Modelo Valencia de Hipnosis Despierta, en la que el paciente hipnotizado está con los ojos abiertos y conversando, lo que incrementa su capacidad de respuesta.

Según Capafons, la hipnosis es como las dos caras de una moneda, por una está la experimental, que ayuda a comprender cómo funciona el cerebro, y por otra la aplicada, que se emplea en la medicina y psicología clínica o del deporte, entre otras áreas.

Afirma que una de las áreas de aplicación en la que la hipnosis muestra una mayor eficacia es en el tratamiento del dolor, crónico o agudo, y en enfermos oncológicos o afectados por la fibromialgia, en los que puede llegar a reducir y aliviar el dolor y mejorar la calidad de vida del paciente.

En el caso de pacientes que reciben radioterapia o tratamientos para el cáncer, hay evidencias de que «mejoran su ánimo positivo y experimentan menos fatiga con aplicaciones muy breves de hipnosis», según el experto.

También se puede aplicar esta herramienta en el tratamiento del tabaquismo o la drogadicción, ya que puede ayudar a superar el síndrome de abstinencia, aunque Capafons afirma que es la voluntad de la persona la que predomina, y puede dejar de fumar o de tomar drogas «también sin hipnosis».

En este sentido, ha explicado que la propia ley antitabaco que funciona en la actualidad ha permitido que descienda entre el 12 y el 15 por ciento el número de fumadores. «La hipnosis por si sola no es más útil que el placebo», ha indicado.

Otra de las áreas en las que puede ser aplicada la hipnosis es para el tratamiento de la obesidad, aunque en este caso Antonio Capafons destaca que es más importante la autogestión y el autocontrol, aprender a comer, hacer una dieta equilibrada y practicar ejercicio.

En el caso de su uso como preparación para una cirugía, Capafons ha destacado que hay «mucha evidencia acumulada» que demuestra que no solo reduce el tiempo del paciente en el hospital, sino también atenua el consumo de fármacos.

«Nosotros no tenemos ningún poder, solo el de la palabra, pero es la persona la que tiene las capacidades para captar o no esas palabras», ha indicado Capafons, para quien la hipnosis «no es una terapia en sí, pero marca un estilo de terapia».

Capafons ha reclamado la inclusión en la sanidad pública de esta disciplina, que fue excluida del ámbito de la salud mental «no sabemos bien porqué», y ha matizado que aunque en la actualidad los pacientes no tienen derecho a pedirla, el facultativo si que puede reclamarla para apoyar alguna terapia.